Luego del escape de Ingrid de la Quebrada partimos al día siguiente rumbo al campo en Durazno. Tomamos la ruta 19 desde Treinta y Tres, hasta la 7, de ahí a Cerro Chato. En todos lados nos deslumbramos con el Plan Ceibal como pueden ver en las fotos.
En Cerro Chato sacamos las fotos, que si yo fuese Conaprole las compraría a buen precio, resulta que salimos a las 15 de Treinta y Tres y unos kilometros antes de Cerro Chato Lorenzo no podía más de hambre. Como buenos padres llevabamos una mamadera pronta, aunque no contamos que se pudriera mal! Así que aguanto hasta Cerro Chato dónde compramos su leche y la tomo en la vereda de parado nomás (fotos más abajo en el link).
De allí y antes de ir al campo, pasamos por el Salto de Agua (a 2 km de Cerro Chato). Son unas piscinas de agua potable (eso nos dijeron) de buena profundidad y aunque dudosa procedencia muy fresquita para los 35 grados que hacían.
Luego pasamos un par de días en el campo, dónde lolo no le daban los ojos para ver tanto bicho: vacas, pollos, chanchos, caballos, etc. Anduvimos a caballo y Lorenzo hizo algunas caminatas más largas (como 4 o 5 pasos solito).
Después partimos rumbo a San Gregorio, tomando la ruta 42 hasta Blanquillo y de allí 35 tortuosos km hasta la balsa que nos trasladaría al otro lado del Río Negro dónde termina este tramo.
En San Gregorio poca gente y infraestructura decente, aunque sin mucha variedad. Había abundante pesca (bueno pesqué uno solo y chiquito, pero picaba en pila) de bagres con lumbri.
Fotos de todo el tramo acá: Link
Próximo tramo: Tacuarembo-Salto
En Cerro Chato sacamos las fotos, que si yo fuese Conaprole las compraría a buen precio, resulta que salimos a las 15 de Treinta y Tres y unos kilometros antes de Cerro Chato Lorenzo no podía más de hambre. Como buenos padres llevabamos una mamadera pronta, aunque no contamos que se pudriera mal! Así que aguanto hasta Cerro Chato dónde compramos su leche y la tomo en la vereda de parado nomás (fotos más abajo en el link).
De allí y antes de ir al campo, pasamos por el Salto de Agua (a 2 km de Cerro Chato). Son unas piscinas de agua potable (eso nos dijeron) de buena profundidad y aunque dudosa procedencia muy fresquita para los 35 grados que hacían.
Luego pasamos un par de días en el campo, dónde lolo no le daban los ojos para ver tanto bicho: vacas, pollos, chanchos, caballos, etc. Anduvimos a caballo y Lorenzo hizo algunas caminatas más largas (como 4 o 5 pasos solito).
Después partimos rumbo a San Gregorio, tomando la ruta 42 hasta Blanquillo y de allí 35 tortuosos km hasta la balsa que nos trasladaría al otro lado del Río Negro dónde termina este tramo.
En San Gregorio poca gente y infraestructura decente, aunque sin mucha variedad. Había abundante pesca (bueno pesqué uno solo y chiquito, pero picaba en pila) de bagres con lumbri.
Fotos de todo el tramo acá: Link
Próximo tramo: Tacuarembo-Salto
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